La defensa y el amor por la naturaleza puede ser un estupendo juego con el que aprender junto a los niños, aprovechando el interés que tienen por todo lo que proceda del mundo exterior. Juegos sensoriales o para que experimenten por sí mismos cuáles son los sonidos de algunos de los más típicos elementos naturales son algunos ejemplos. Pero no sólo eso, ya que a partir de los tres años, los niños pueden ir aprendiendo a reciclar los residuos en casa o a ahorrar agua, sin ir más lejos. La concienciación y el respeto por todo lo que nos rodea, cuanto antes se adquiera, mejor y más fácil… así que aquí damos algunas ideas para que los niños disfruten cuidando el planeta. (Fuente: Revista Ser Padres)